Friday, 28 May 2010
Thursday, 27 May 2010
Ah, el amor...
Sin convivir es difícil hablar de amor. No digo que no pueda ser amor, pero sin convivencia nos estamos refiriendo a algo que tiene más que ver con la ensoñación o con la esperanza.
Pienso que las parejas hoy duran menos que antes por exceso de individualismo, y por la poca resistencia a la adversidad. Esto al margen de lo que podríamos llamar elecciones equivocadas, que en sí son sólo eso, salvo que uno se emperre en mantenerlas. El individualismo tiene mucho que ver con la falta de generosidad y con cierta pérdida del sentido de la lealtad. En esta época tan resultadista la generosidad tiene poco sitio.
Reniego de la fidelidad, es una virtud perruna. La lealtad en cambio es un valor entre iguales que se respetan y se quieren. Los enamorados prometen fidelidad porque no lo piensan, porque no calibran a lo que se comprometen.
La clave, tanto para los amores resueltos como para los fallidos, es el respeto al otro. En el más amplio sentido de la palabra ".
José María Guelbenzu.
Without co-living it is difficult to talk of love. I'm not saying it can not be love, but not living together we are talking to something that has more to do with the dream or hope.
I think that couples today take less than before for excessive individualism, and the little resistance to adversity. This regardless of what might be called wrong choices, which themselves are just that, unless one is to keep them Pigheadedness. Individualism has a lot to do with the lack of generosity and a certain loss of sense of loyalty. In this age as resultadista generosity has little place.
Oath of fidelity is a virtue. Loyalty is a value instead of equals who respect and love each other. The lovers pledge allegiance because I do not think, because that is calibrated to agree.
The key, both for love and for bad debts resolved, is the respect for others. In the broadest sense of the word. "
José María Guelbenzu.